e-Coned edición 2014

13/09/2014

Rodrigo del Prado: «Invertir en tecnología es una cuestión de supervivencia»

Rodrigo del Prado es uno de esos innovadores en la tecnología con una forma de vida que le hace rechazar el apodo ‘gurú. Este joven nacido en 1979 en Madrid emprendió, junto a cinco de sus compañeros de facultad, un viaje hacia el éxito y la revolución en la tecnología. Empezaron vendiendo memorias USB en la facultad, cuando todavía estas almacenaban «unos 32 o 64 MB, no lo recuerdo», dice.  Aún así, eran una revolución porque suplementaban la capacidad del antiguo disquete, ese en el que solo cabían 1,44MB. Y de ahí, a emprender. Ahora lleva, junto a sus seis compañeros, bq, una de las empresas más impresionantes por su modelo de mercado. Cuando apenas hace dos años la facturación no llegaba a los 100 millones, este año esperan pasar de los 200.  El salto a los smartphones, impresoras 3D y robótica educativa son tres de los pilares fundamentales de bq a día de hoy. Por si fuera poco, 860 personas trabajan en la empresa –además del personal de las fábricas que hay en Asia–. El próximo día 30 de septiembre estará en e-Coned (en la Feria de Valladolid) para explicar la necesidad de la tecnología en el mundo de hoy en día.

–¿Por qué deberían las empresas invertir más en tecnología?

–La tecnología es un habilitador que permite cambiar el modelo productivo y permite actualizarse. Si no tenemos tecnología nos es más difícil cambiar. No es por qué deberían si no por qué deben. Al final es una razón de supervivencia.

–¿Cuándo decidiste que querías montar su propia empresa?

–Hace mucho tiempo de eso (ríe), pero todos los socios fundadores de la empresa teníamos un espíritu emprendedor. Todos queríamos hacer lo que nos gustaba. Para hacer lo que te gusta lo mejor es emprender porque si trabajas para alguien hay veces que es difícil dedicarte a lo que quieres.

–Y os ha funcionado bien

–Sí, la verdad es que sí.

–Con la velocidad que llevamos en los últimos años en el desarrollo de nuevos inventos, ¿qué podríamos tener en diez o quince años?

–Eso es una pregunta que nadie puede responder con certidumbre. Ninguno sabemos lo que va a pasar en diez años en tecnología. Este no es como otros sectores en los que se trabaja con cinco o seis años de previsión. La tecnología culminará con las necesidades de los usuarios, que para eso está, para ayudar a la sociedad. Los usuarios demandan terminales más fáciles de usar, que permitan hacer más cosas, con más autonomía, para no estar cargando a diario, que no nos tengamos que preocupar por esos aparatos. La tecnología tiene que ser trasparente: que no sepamos que está ahí, pero que haga la vida más fácil. Tiene que ser una ayuda, no un estorbo.

–¿De qué artilugio te sientes más orgulloso?

–No nos podemos arrepentir de ninguno de los productos que hemos lanzado en el pasado. Pero me siento más orgulloso de los productos que hemos desarrollado íntegramente dentro de la compañía: las impresoras 3D y la gama Aquaris de teléfonos. Luego a parte nos gusta mucho, ya que somos ingenieros, todo lo que tiene que ver con robótica.

–Tenéis varias fábricas trabajando en Asia, pero ¿estáis pensando en traer a España la de ‘pen drives’?

–La fábrica de memorias USB sí estamos pensando traerla a España. La fábrica de teléfonos móviles no está previsto que venga porque hoy por hoy, traerla a Occidente es un inconveniente. Hacen falta materias primas y estas están en la zona. ¿Por qué la impresora 3D se fabrica en Navarra? Porque en Navarra tenemos lo necesario para fabricar la impresora 3D.

–Durante los últimos años hemos visto como grandes fortunas surgían de la nada gracias a empresas relacionadas con el sector tecnológico. ¿Es posible crear algo tan grande de la nada en cualquier rama económica?

–Creo que puede suceder en cualquier sector. Obviamente hay que tener fortuna porque si te cae un meteorito encima, no vas a ninguna parte. Es cierto que la tecnología es un sector muy cambiante y aparecen y desaparecen más empresas que en otros sectores porque, posiblemente, es el más dinámico.